De la agonía, desesperación.
Tomaste las riendas, y diste tu curso.
Como fieles peones, seguimos nuestros recuerdos, nuestras esperanzas y tomamos al fin, las oportunidades perdidas.
Y así, cada quien suplanto a su amor perdido, y con los años, nos volvimos en ellos.
Lo ame, y lo perdí,
Tu amaste y te dejo.
y ahora, ambos nos amamos.
Hemaz