Con la lluvia cayendo sobre la ventana y el canto de la tormenta, susurro.
-te quiero
Dos palabras que expresaban mis miedos, temores, pero que a la ves eran mi fantasía, tomaron todo lo que yo era.
-siempre, siempre, te ame
Una risa profunda lleno la habitación. Y sus labios callaron cualquier protesta que pude dar.
Las caricias, besos y palabras susurradas, como crueles bromas de un niño, consumieron cualquier pensamiento sobre que nos esperaba en la mañana. Pues con la luz del sol, ambos partiríamos y nuestros caminos difícilmente se volverían a unir.
Durmiendo a su lado, esperando que la mañana jamás venga. Y la noche sea eterna al menos una vez en nuestra vida.
Para que así, puedo verlo una vez más a la mañana siguiente.
-te amo
-te amo
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