No sentía el menor tacto en mi piel. El dolor parecía que nunca había existido.
Unas cuantas lágrimas recorrían mis mejillas rojas.
Cerré los ojos con la esperanza de que fuese una pesadilla.
Abrí los ojos, estaba en mi habitación, me di cuenta que mi cuarto daba una sensación de nostalgia.
Me pare, entre al baño y me duche.
Apenas podía sentir el agua caliente, se que estaba caliente por que salia el vapor, pero no lo llega a sentir así.
Cuando salí y me cambie, la situación era la misma de todos los días.
En la casa estaban todos, mi padre, mi madre, mi hermana y mi tío. Tenia una perra y la quería mucho.
Vi en la mesa del comedor, las ca suelas de la comida, toda era de la que no me gustaba, mire la cesta de la fruta.
Tome una, cuando me dirijo a la computadora, mi madre me llamo, quería que fuera a comprar cosas para la comida, no quería pero accedí. Alborote a mi perra y salí.
Mientras caminaba al se la mirada, el cielo estaba hermoso, no como de costumbre, en lo alto se podía observar la luna, luna llena para ser mas exactos. Cuando estaba por regresar, sentí algo de calor, el ambiente cambio, parecía estático a pesar de que estaba lleno de gente. No le tome importancia y seguí caminando.
Cuando llegue a mi casa, no había nadie, no lo tome extraño y entre, vi una nota en la puerta:Salimos a comer a fuera, llegaremos tarde, prepara te de comer.
En cierta manera me dolía, pero le vi el lado bueno vería anime sin preocupaciones a ser mirada rara.
Encendí la computadora, me sentí algo cansada y me fui al sillón un rato y cerré los ojos.
Cuando los abrí estaba en mi habitación, era de noche, de pronto una luz surgió del espejo, me asuste un poco.
Poco a poco esa luz fue tomando forma, quería gritar pero de alguna manera supe que nadie vendría.
Cerré los ojos, estaba en mi habitación, suspire, de pronto un leve dolor sentí en los pies.
Era el mismo de siempre, ya me había acostumbrado, pero algo cambio, el dolor desapareció, al igual que mi pie.
Grite lo más que puede, pero nadie llego. Lágrimas salieron de mis ojos, no quería.
Agite mis manos, tome la libreta y el lapicero que estaban en el sillón.
Escribí, mi mente era un caos. Ver como desaparecía parte de mi cuerpo, no era normal, trate de suspirar.
Casi lo logro, un ruido extraño me interrumpió, al se la vista para ver el lugar de donde provenía aquel ruido.
Note que no estaba en mi cuarto, estaba oscuro, de pronto mis manos se deshicieron, ya no pude escribir.
La libreta, el lapicero, todo callo al suelo. Quería tapar mi cara llena de lágrimas
Cuando vi que mis ojos eran lo siguiente. Los cerré, pero antes de ello, pude apreciar una figura, humana, no lo se.
Toco mi cabeza, sus manos, una caliente y otra fría. -...No al canse a escuchar.
Tocan a mi puerta
-Hija despierta, ya esta el desayuno
-Si, ya voy
Fue un sueño, quizá, pero todavía podía sentir aquellas manos.
-Estas bien
Me sorprendió, no dormí con nadie, quien era? Voltee a ver, sus manos me lo impidieron, por alguna razón, me sentía segura en aquellas manos.
Escuche como la puerta se cerraba, algo la bloqueo.
Aquellas manos rodearon mi cuerpo, quise voltear pero ya no estaban.
-No tengas miedo, seré el único que no te olvide.
Por fin puede recordar, no fue un sueño. Estaba en mi cuarto, mis padres no estaban, no había nadie en mi casa, se habían peleado, y se fueron, regresan pero cuando quien sabe, algo callo y llamo mi atención, era aquella libreta:
Para quien lea esto, quiero que cuide de...
Era una gran lista, más lágrimas salieron de mis ojos. El de nuevo me abrazo, pude ver como todo lo mio desaparecía. Recuerdos llegaron a mi mente, no eran míos, eran de las personas con las que siquiera me tope, como me veían, reí un poco y seguí llorando. El tomo más fuerte mi mano, me jalo. No puse resistencia, me rendí, le tome del brazo.