Sin nada solo una cama en una de sus esquinas.
Se que el tiempo avanza, el que mi cuerpo cambien es lo que me da la razón.
La lampara que cuelga de en medio del cuarto aveces se mece y con ello me duermo.
Cuando las luces están apagadas un hombre entra,
tengo miedo me acuesto en la cama y cierro los ojos.
Cuando los abro, el ya no esta y la luz es encendida de nuevo.
Se que hay más como, fuera de estas paredes, puedo escuchar su voz.
Pero me quedo en el rincón, donde por primera vez tuve recuerdos.
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